Antiguos adeptos acusan de abusos a la "Iglesia de la Cienciología" en México

Iglesia de la Cienciología en México
Sede principal de la Cienciología en México.

México.- Testimonios macabros han salido a la luz pública a lo largo y ancho de México, relacionados con la "Iglesia de la Cienciología". Muchas de estas declaraciones provienen de personas allegadas y ex miembros de la secta.

Esta "iglesia" mueve fuertes sumas de dinero y tienen varios locales a nivel mundial. En este caso en particular se relata sobre inmuebles donde viven extranjeros que están en el país con visas de turista y también mexicanos sin contrato ni prestaciones.

Ven a sus familias un día cada dos o tres meses. Las mujeres tienen prohibido embarazarse; si lo hacen, las presionan para abortar. Si alguien se enferma, lo abandonan o lo echan. Las reglas internas son rígidas y están hechas para que nadie piense siquiera en la posibilidad de huir. Muy pocos cruzan la puerta de salida. El grupo castiga muy severamente la disidencia.

Se trata de la Organización del Mar, grupo semisecreto (muy pocos conocen sus reglas o saben quiénes la dirigen o cuántos miembros tiene) que controla desde aquí y para toda Latinoamérica las actividades de la Iglesia de la Cienciología (nombre extraoficial que se dan ellos mismos) o Dianética.

Testimonio de exmiembros
Lo anterior se desprende de conversaciones con Rafael Gómez y Víctor Gutiérrez, quienes sí lograron escapar de la secta. No son los únicos que lo han logrado, pero sí los primeros en atreverse a denunciar los horrores que se viven en ella: trata de personas, abusos psicológicos y jornadas laborales infrahumanas.

“Cada uno de los que trabajan donan toda su vida. Hablamos de una organización que se especializa en tener cautiva a la gente emocional, espiritual y hasta físicamente; se vive bajo un régimen semimilitar. Ni siquiera tienen seguro médico, rezan para no enfermarse; no les dan ni el salario mínimo y sin embargo trabajan a veces día y noche”, revela Rafael Gómez, quien huyó hace cinco años.

Antes de entrar en la Organización del Mar los empleados firman un contrato por un billón de años, pues este grupo propone la tesis de que sus afiliados reencarnan. En su sitio de Internet hay copias de estos convenios casi eternos, como el consignado en la ficha ESO 00985 firmado por Lisa Skonetski. Las raciones de comida que les dan son paupérrimas y el menú es casi invariable: Avena en el desayuno, pasta en la comida y pequeñas porciones de pollo en la cena. Rafael estima que unas 90 personas trabajan para la Organización del Mar y la tercera parte es de extranjeros que burlan la ley con visas de turista: Antes de que su permiso caduque, los mandan a Guatemala y de regreso para que quede constancia de que siguen viajando.

Así le ocurrió a Andrea Benítez, una argentina que llegó sin permisos y que cuando intentó volver a su país se encontró con que los miembros de la secta le habían retenido el pasaporte para evitar su salida de México. Es por eso que Alex Spatz, un miembro de la Organización del Mar fue acusado de trata de personas por una colombiana y condenado a seis años de prisión, según informó la Procuraduría General de la República en el boletín 1772, del 25 de agosto de 2011.

De acuerdo con Rafael Gómez, Spatz sólo seguía las órdenes de sus superiores. En la Organización del Mar es común que se recluten extranjeros con engaños para traerlos a México, desde donde la cienciología controla a sus filiales en el resto de Latinoamérica.

En los países con mayor poder adquisitivo y regulación en materia religiosa han perdido adeptos, en las naciones subdesarrolladas la cienciología expande sus redes con rapidez. En el caso de México, en diciembre pasado solicitaron por segunda ocasión ser reconocidos como una religión.

Medio siglo en México

La Dianética llegó a México en los sesenta. Luis González, director de Apoyo de Programas Comunitarios de la secta, informó que tiene 5.300 seguidores, según publicó el periódico Reforma el pasado 27 de febrero, a raíz de la segunda solicitud de Dianética a la Secretaría de Gobernación. Para hacerse de más adeptos la Dianética se vale de muchas fachadas. Por medio de organizaciones supuestamente civiles pega carteles, crea páginas de internet y manda correos masivos en los que ofrece resolver todo tipo de problemas, desde empresariales hasta de adicciones.

Sus principales fachadas: Entiende Más Logra Más, WISE, Narconon, Fundación Latinoamericana El Camino a la Felicidad y Soluciones Efectivas Empresariales. Gracias a esa estrategia han logrado impartir cursos en la Lotería Nacional, la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal e incluso en escuelas de 15 ciudades de la República, incluidas primarias públicas (Proceso 1822). También lograron que TV Azteca incluyera el video “El camino a la felicidad” en su programación (autorización emitida por la Secretaría de Gobernación S-08-00137).

Son insaciables a la hora de exigir donativos. Víctor Gutiérrez fue obligado a salirse de la Organización del Mar por embarazar a su esposa. Antes le sugirieron abandonarla y seguir dando toda su vida a la asociación. Después fue “público” (el equivalente a un laico en la Iglesia Católica) pero se salió en 2009 debido a que le telefoneaban insistentemente en las madrugadas para exigirle que cumpliera con el pago de sus donativos.

Tuvo que endeudarse con dos tarjetas de crédito por aproximadamente 20.000 pesos cada una con tal de satisfacer las exigencias de la Cienciología, relató a Proceso en una entrevista. Harto de sentirse estafado comenzó a buscar información en internet sobre el culto, hasta que se convenció del peligro que representaba.

Gracias a esta estrategia de presión para obtener donativos, la Cienciología construyó su monumental e imponente nuevo templo en la calle de Balderas, en la Ciudad de México. Abarca casi una calle entera. Además la organización adquirió un terreno en Interlomas, donde erige su más ambicioso proyecto: la sede de la Organización Avanzada de México, otra de sus fachadas.

A escala mundial la Cienciología suma a sus filas a estrellas del espectáculo para promoverse. Pertenecen a la secta Tom Cruise, John Travolta, Katie Holmes y Anne Archer. En México el actor Juan Ferrara cumple esa función.

Con información: http://www.proceso.com.mx/301281/la-religion-que-aniquila
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