“Las estrellas deportivas son más influyente entre los que ganan más de 60 mil dólares, entre los graduados universitarios, entre los blancos y los que son padres”, señala Barna. “Los más propensos a seleccionar a los líderes religiosos son aquellos que asisten semanalmente a la iglesia y aquellos con ingresos menores a 40 mil dólares”, continúa el análisis.
Sin embargo, ¿qué interés tienen las declaraciones de fe de los jugadores?. La mayoría de los estadounidenses no atiende demasiado a lo que dicen acerca de su fe, aunque un tercio de los adultos piensa que estas declaraciones ayuda a que las personas tengan más en cuenta la espiritualidad en la vida.
En general la población acepta que los deportistas se identifiquen públicamente con sus creencias como una manifestación de la libertad de expresión (40%). Un 10% considera que estos mensajes son positivos para la sociedad.
Entre los que consideran que no es bueno que los deportistas hablen de su fe, la razón más mencionada es que las creencias personales deben mantenerse en el ámbito privado. Casi un 10% de estos considera que los deportistas no deberían intentar “impulsar” una agenda religiosa aprovechando su fama.
El informe también indica que el 61% de los estadounidenses apoya el que los deportistas hagan pública su fe.
El estudio de Barna posiciona el “nivel de agrado” en la población norteamericana en lo que respecta a la profesión de fe de los atletas en el campo.
El más destacado en este sentido es Tim Tebow, jugador de fútbol americano profesional. El 73% opina que es favorable que exprese su fe públicamente. También destaca Kurt Warner, otro jugador de fútbol americano. Protestante Digital / AcontecerCristiano.Net
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