Abogada en Nicaragua defiende gratis a mujeres en prisión y les comparte el Evangelio

Abogada cristiana Triana Zepeda con Biblia en mano defiende a mujeres encarceladas en prisión

Nicaragua.- No es familiar de ninguna de las privadas de libertad que se encuentran en el Sistema Penitenciario para Mujeres La Esperanza, pero es la más esperada el día de la visita.

Triana Zepeda González, quien desde hace cuatro años tomó su Biblia, la Constitución y el Código Penal, para defender de forma gratuita a estas mujeres privadas de libertad y de esperanza espiritual.

Doña Triana, abogada de profesión y evangelizadora de corazón, “guiada por los designios de Dios”, desde 2006 se sumó a un proyecto de la iglesia Hosanna, comunidad religiosa que visita desde 2004, para defender de forma gratuita a las mujeres de escasos recursos, sobre las que pesa una condena y un señalamiento social.

La hermana Triana, como la llaman las inculpadas, es parte del Patronato (Grupo de Ayuda) del Sistema Penitenciario, por tal razón todos los martes tiene un espacio para compartir con las mujeres en La Esperanza. Este tiempo es aprovechado para hablar de fe, religión y derechos.

“El hecho de que tengas una condena por un delito no significa que todos los derechos están perdidos. Tienen derecho a salud, a educación, a recrearse, y, sobre todo, a que se respeten sus derechos humanos, y eso lo explicamos en las charlas”, dijo Zepeda, recordando que estamos en el mes que se conmemora el Día Internacional de la Mujer.

También tienen derecho a que les revisen la pena y otros beneficios que la ley establece, agregó la abogada.

“Cuando una mujer está en el SPN es una mujer desgastada económica y espiritualmente por todo el proceso judicial que vivió. Muchas veces ya perdieron su casa, sus pocos bienes por el pago del abogado. Es aquí donde nuestro trabajo empieza”, refirió.

La misión empezó en Managua, pero el servicio se ha extendido a Chinandega, Granada y Estelí. “Yo les advierto a las mujeres: usted primero confíe en Dios, no ponga su mirada en mí porque soy humana y puedo fallar, pero Dios no falla nunca”.
Al mes, las abogadas llevan al menos tres casos, y al año logran la libertad de unas 30 mujeres. En Nicaragua, la población penal es de 7,000 privados y privadas de libertad, de estos, 120 son mujeres.

El Nuevo Diario. 
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