MAGUINDANAO, Filipinas.- El asesinato de la pastora, Juliet Catalán y su hija de 10 años:, ha conmocionado al pueblo cristiano de Filipinas. Se cree que musulmanes la atacaron por haber abierto una iglesia.
La pastora Juliet abrió en el 2000 una iglesia en su casa, en el área predominantemente musulmana. Los cristianos creen que los musulmanes las atacaron porque no quieren una iglesia en su comunidad.
Su otra hija, cuya identidad protegemos, dice que advirtió a su madre sobre construir una iglesia cristiana en el vecindario: “Le dije a mi madre que yo tenía miedo de que los musulmanes se enojaran. Incluso mi abuela le advirtió, pero ella no quiso escuchar. Ella dijo que no tenía miedo porque ella trabajó 27 años entre los musulmanes como partera y quería que fueran salvos. Pero yo sabía que algo andaba mal, porque un día y todas las cosas de la iglesia fueron sacadas”.
pasara esta tragedia, pero sé que hay un propósito por el cual lo permitió. Mi madre tenía eso colgando en la pared “Dios permite cierta cantidad de tribulación pero promete que nada será en vano. El hará todo para Su gloria. Las extraño porque eran todo lo que tenía, pero sé que un día todas estaremos juntas de nuevo”.
Esta iglesia ahora está abandonada, pero sus miembros siguen creciendo y se aferran a la fe por la que murió la pastora.
Los miembros se han unido a otras congregaciones cristianas, y como los primeros cristianos, dispersados por la persecución, esto les permite difundir la palabra de Dios a otros lugares y alcanzar a más incrédulos.
“Nos inspira seguir el trabajo que el pastora comenzó. No es sólo la sangre de Cristo, sino también la sangre de ella la que nos motiva a ir y esparcir las buenas nuevas de salvación en Cristo para que la gente se salve en particular los musulmanes”, dice Junio. CBN. AcontecerCristiano.Net
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