El presidente Donald Trump, declaró el Día Nacional de Oración, por los millones de estadounidenses perjudicados por el desastre ocasionado por el huracán Harvey, y por aquellos que trabajan por rescatar a los damnificados.
Trump firmó el viernes pasado una declaración para celebrar el Día Nacional de Oración por las víctimas del huracán Harvey, un día después de que el gobernador de Texas, Gregg Abbott, emitiera una proclama, junto a Franklin Graham y al vicepresidente Mike Pence, haciendo el 3 de septiembre un día de oración dentro del estado por las víctimas Harvey.
"Las familias han dado cobijo y comida a los necesitados. Las iglesias han ayudado socorriendo a las víctimas y se han organizado para limpiar comunidades y reparar casas dañadas", dijo Trump.
También expresó su gratitud a todos los que han dispuesto voluntariamente a ayudar a los necesitados en este momento difícil. "Estamos profundamente agradecidos por aquellos que llevan a cabo actos de servicio y oran por el consuelo de los necesitados", dice la proclamación del presidente.
"Mientras los esfuerzos de respuesta y recuperación continúan y, como los estadounidenses proporcionan el alivio tan necesario para el pueblo de Texas y Louisiana, recordamos la promesa de la escritura de que "Dios es nuestro refugio y fortaleza, un alivio bien presente en las tribulaciones", continuó su declaración.
"Convoco a todos los estadounidense e iglesias de toda la nación a unirse en una sola voz en oración, mientras buscamos reconstruir y ayudar a los que sufren de las consecuencias de esta terrible tormenta", agregó.
El domingo, el presidente Donald Trump asistió al culto de oración junto a su esposa Melania Trump. Ambos llegaron a la iglesia de San Juan, una iglesia episcopal cerca de la Casa Blanca. AcontecerCristiano.Net
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