La extraordinaria historia de un hombre de Texas sentenciado a 500 años de prisión, que encontró a Dios, obtuvo la libertad condicional y comenzó un ministerio increíble. Ahora predica la palabra del Señor y bautiza a los presos con los que antes convivía.
Fue en 1997 cuando Ron Adkins fue condenado a 500 años de prisión. El jurado emitió su sentencia y determinó 495 años por una serie de asaltos. Esto representó 99 años por cada uno de los cinco delitos de los que se le acusaba. Tenía 22 años cuando fue arrestado y recibió cinco años adicionales por posesión de un teléfono celular no autorizado. Esto elevó su condena total a 500 años. Sin esperanza de salir de prisión, se rebeló.
Como expolicía, exfiscal y exjuez de distrito, Robert Newsom representa una transformación en el derecho texano. Actualmente, divide su tiempo entre su cargo como administrador principal del condado de Hopkins y como juez de sucesiones a tiempo parcial, cuya filosofía judicial se ve influenciada por su fe cristiana, sus principios de justicia y compasión.
Sin embargo, cuando Ron Adkins fue arrestado, antes del juez Newsom en 1997, no encontró tanta clemencia. Y fue entonces cuando Ron se convirtió en un hombre aún más “malvado”. Él mismo afirma: “Me propuse hacer una mala reputación de mí. “Me volví realmente violento”. Él se unió a una pandilla en la prisión y desarrolló una imagen peligrosa de sí, peleando constantemente con internos y personal de la prisión.
Solo y con tendencias suicidas, se encomendó a Dios al ver una Biblia desgastada que al principio no había leído. "Le faltaban la mitad de las páginas porque yo la usaba para fumar cigarrillos. Solo quedaba el Nuevo Testamento, todo lo que quedaba fue el Nuevo Testamento".
En las páginas que quedaron intactas, Ron dijo que aprendió sobre la gracia, el perdón y el amor de Dios, lo que le llevó a abandonar la pandilla y unirse a un estudio bíblico en la cárcel. También se matriculó en cursos de teología y logró mantenerse alejado de los problemas durante el resto del tiempo de su condena.
En 2012, mientras Ron fortalecía su fe y seguía mostrando un buen comportamiento, experimentó su primer milagro: una revisión inesperada de su caso, que resultó en una libertad condicional anticipada. Después de casi 25 años de prisión, fue liberado. La fecha fue significativa: mayo de 2015.
“Fue increíble, ni siquiera pensé que era real hasta que realmente salí de la puerta”, recordó. Una vez fuera de la cárcel, encontró trabajo como operador de maquinaria pesado y durante su tiempo libre, compartía su testimonio en conferencias en las iglesias, donde conoció a su esposa, Dawn Knighton que también es una ex criminal y ahora consejera cristiana.
“En el mismo lugar donde fui condenado a morir en la cárcel, Dios hoy me usa para recuperar las cosas muertas”, declaró Ron. “Y eso es lo que él está haciendo, en la prisión, en las noches de adoración, en las reuniones de oración, Él sólo está trayendo las cosas muertas de vuelta a la vida”, finalizó.
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