"Proteja a sus hijos enseñándoles la Palabra de Dios", aconseja John Piper


Criar a los hijos para resistir a una cultura cada vez más pecaminosa, es un desafío para muchas familias. John Piper señaló que el Evangelio debe ser una constante en la conversación entre padres e hijos.

En respuesta a una pregunta de una madre preocupada por el tema, el teólogo ofreció varios consejos: "Los niños necesitan un corazón humilde para cumplir con mamá y papá y con las Escrituras, así que oren fervientemente para que sean humildes bajo la mano poderosa de Dios ( 1 Pedro 5: 6 ). Oremos para que Dios les dé el don de profunda humildad".

"Busque ser totalmente auténtico en su amor por Cristo, su alegría en Él y su deleite en sus caminos. Usted no puede forzar la satisfacción de un niño en Dios cuando no parece que el Señor está satisfaciendo la vida de mamá y papá", dijo Piper, destacando que el objetivo de la vida cristiana es una profunda relación con el Padre celestial.

"Sature a su familia con las Escrituras. Hable de eso por la mañana, tarde y noche", continuó, recordando el texto de Deuteronomio 6: 7-8. "Habla de eso cuando te levantes, cuando vayas a comer, cuando estés en el auto. Hable de la Palabra de Dios, y ayude a sus hijos a entenderla. Trate la Biblia como la autoridad absoluta en su vida. Ore para que los niños crezcan creyendo que este libro es la más alta autoridad en el universo bajo Dios".

Para reforzar aún la fe y estar listo para ir contra todo tipo de pecado, Piper recomendó hacer del Evangelio un "tema constante" en el hogar. "Recuerde siempre a sus hijos que Cristo murió por los pecadores, y que Él nos ofrece una manera de restaurar la comunión con Él cuando fallamos. Todos los niños fallan. Todos ellos hacen cosas malas. Su conciencia también los incomoda", aseguró.

Piper insiste en que los hijos "necesitan ser recordados con frecuencia sobre la manera como el Evangelio lidia con el fracaso y el pecado, a diferencia del mundo. En caso contrario, se convertirán en creyentes débiles y esconderán sus pecados, por no saber cómo tratar con Dios, mucho menos con sus padres.

También pidió que los padres pasen más tiempo con sus hijos, intentando establecer una relación fuerte. "Pregunte cosas más allá de un breve "¿Cómo estás?" Quédese a solas con ellos en algún ambiente que estén cómodos y escuche el corazón de ellos, conozca sus sentimientos, sus miedos, sus esperanzas, los desafíos que sienten en la escuela. No se conforme con una respuesta simple y superficial y de una sola palabra".

Enseguida dijo que además de mantener vigilancia sobre lo que los niños ven en la televisión o acceden a los celulares, lo ideal es que los padres desarrollen el hábito de orar y ayunar por los hijos. "Tal vez sea bueno hacer esto una vez por semana. Dejan el almuerzo y oran juntos por media hora. Interceda para que Dios use su poder sobrenatural para trabajar en la vida de los suyos". AcontecerCristiano.Net
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