COLOMBIA.- Más de 7 mil personas entregaron sus vidas a Cristo en el evento "Festival de la Esperanza", organizado por la Asociación Evangelística Billy Graham (AEBG), realizado en la ciudad de Cúcuta.
Aproximadamente 94.000 personas, entre colombianos y venezolanos, participaron del evento que se realizó del 18 al 20 de abril en el estadio General Santander, con las ministraciones del evangelista Franklin Graham. El jueves, 22.000 personas acompañaron a niños en un evento evangelístico paralelo para ellos, el Festikids.
Según la AEBG, otras 21.000 personas en 34 países asistieron al Festival en línea. Trece voluntarios estaban presentes en Cúcuta para responder a las preguntas espirituales vía Facebook o chat en vivo.
Situada en la frontera con Venezuela, Cúcuta recibió a un éxodo masivo de venezolanos en los últimos años, a medida que el país de origen de esa multitud enfrenta una crisis humanitaria, económica y gran escasez de alimentos y medicinas.
Según el sitio de la Asociación Evangelística Billy Graham, más de 7.550 personas aceptaron a Cristo.
"Nosotros vemos problemas económicos en el mundo, problemas políticos, vemos guerras, vemos hambre, y nos preguntamos si existe un Dios y si Él se preocupa por nosotros", dijo Graham a la multitud, y agregó: "Jesús es la respuesta".
Franklin Graham explicó a la multitud que Jesús "ya no está colgado en la cruz. El esta vivo. Él está aquí esta noche, en este estadio. Y si usted está dispuesto a invocar su nombre y confiar en Él, Dios le perdonará de sus pecados. Usted puede tener paz esta noche con Jesucristo".
Más de 450 iglesias participaron en el evento. "Es aún mejor de lo que yo esperaba", dijo Edgar Miller, pastor de Cúcuta, haciendo referencia a la participación de las muchas iglesias de varias denominaciones que se unieron para un propósito, "en una sola voz", para compartir a Jesús con sus amigos, familiares y familiares vecinos.
"El próximo paso", dijo Miller, "las iglesias locales tienen que contactar a los nuevos cristianos e involucrarlos en una congregación".
Franklin les aseguró que Dios se preocupa más de lo que ellos podrían imaginar. Tanto que Él vino a la Tierra para morir por nuestros pecados en la cruz. "Pero Él no está muerto, Él está vivo", destacó.
Franklin alentó a todos los que comenzaron una nueva vida con Jesús, a ir a la iglesia al día siguiente y "contar al pastor lo que usted hizo aquí hoy". AcontecerCristiano.Net
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