Al menos cuatro residentes extranjeros que trabajaban con proyectos cristianos de ayuda social fueron expulsados de Turquía. Algunos no consiguieron regresar al país al haber salido.
Mike Platt, que vive en el país desde hace 21 años y se desempeña como pastor voluntario de la Iglesia Internacional Kadikoy, fue impedido de ingresar al país el 2 de abril después de un corto viaje, según el medio Middle East.
Platt intentó entrar de nuevo al país el 8 de mayo, y después de ser detenido de nuevo en el control de pasaportes, fue arrestado en el aeropuerto y deportado al día siguiente.
No se dio ninguna explicación para la prohibición de su entrada.
En febrero, otro voluntario de la Iglesia Internacional Kadikoy también fue impedido de entrar, "a pesar de las garantías de inmigración para él y su abogado, de que él sería readmitido en el país", dijo a Middle East Concern.
En el mismo mes, David y Pamela Wilson, que sirvieron en la Asociación de Información de la Biblia Sagrada, una entidad jurídica que informa e instruye a los ciudadanos turcos sobre la Biblia, se les impidió entrar y fueron detenidos en el aeropuerto antes de ser deportados.
Grupos de derechos humanos, incluidas las Naciones Unidas, dicen que Turquía restringió fuertemente la libertad bajo el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan. Un golpe fallido en 2015 se utilizó para empujar a las minorías sociales, incluidos los cristianos protestantes.
Varios otros obreros cristianos han sido deportados en los últimos años.
Un caso similar es de Andrew Brunson, que vivió y sirvió por más de 20 años. El pastor estadounidense fue arrestado y acusado de colaborar con el terrorismo. Fue liberado en octubre de 2018, tras dos años de confinamiento, se le permitió regresar a Estados Unidos. AcontecerCristiano.Net
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