Unas horas después de capturar Herat, la tercera ciudad más poblada de Afganistán, los combatientes yihadistas talibanes patrullaron las calles tratando de convencer a los residentes de que la vida pronto volvería a la normalidad.
“Los negocios continuarán normalmente y la gente está contenta con nosotros y con nuestros servicios, estarán aún más felices”, dijo uno de los terroristas.
Hamid (no es su nombre real por razones de seguridad) tiene serias dudas sobre estas afirmaciones. “Por el momento, tenemos temor a la eliminación. Los talibanes acabarán con la población cristiana del país”, dijo a CBN News.
Hamid se encuentra entre los miles de afganos que han llegado a tener fe en Jesucristo durante las últimas dos décadas. “No había muchos cristianos hace 20 años durante la época de los talibanes, pero hoy estamos hablando de entre 5.000 y 8.000 cristianos locales y viven en todo Afganistán”, señaló.
"Los talibanes matan a quienes abandonan el Islam"
En una entrevista exclusiva con el medio cristiano, desde un lugar no revelado, Hamid dijo que está muy preocupado por el futuro de la pequeña comunidad cristiana de Afganistán.
“Conocimos a un cristiano que trabaja en el norte, es un líder y perdimos el contacto con él porque su ciudad cayó en manos de los talibanes”, dijo Hamid. Según él, hay otras tres ciudades donde los cristianos están incomunicados.
Según Open Doors, Afganistán es el segundo lugar más peligroso para ser cristiano en el mundo de hoy, solo detrás de Corea del Norte. La mayoría de los cristianos se convirtieron del Islam.
“Algunos de los creyentes son conocidos en sus comunidades, la gente sabe que se han convertido del Islam al cristianismo y son considerados apóstatas y la pena por eso es la muerte”, explicó Hamid.
“Los talibanes son famosos por llevar a cabo este castigo. Los combatientes van de puerta en puerta, obligando a las familias a entregar a sus hijas, algunas de tan solo 12 años, para que sean esclavas sexuales de sus hombres”, advirtió.
“Tengo cuatro hermanas solteras, están en casa y están preocupadas”, continuó el cristiano.
Miedo al regreso de ejecuciones y flagelaciones
David, un ciudadano extranjero, ha trabajado en Afganistán durante las últimas tres décadas. Su nombre también es ficticio para proteger su identidad. Vio de cerca la brutalidad de los talibanes mientras vivía en Kabul durante el último gobierno.
Según él, ahora reina el miedo a que se vuelva a los días de ejecuciones regulares, flagelaciones y lapidación.
“Tienen una interpretación estricta de la ley islámica, no solo el Corán, sino también lo que ellos llaman los Hadiths [Palabras de Mahoma], que son tradiciones, dichos y aplicaciones prácticas de la ley musulmana”, dijo David. “Se toman todo literalmente”, dijo.
A pesar de las amenazas, David dice que hay hambre entre los afganos por conocer a Dios. “La gente realmente busca la paz en sus corazones, busca una verdadera relación con Dios, el significado de la vida y la comprensión de quién es este Dios”, explicó.
Hamid está pidiendo a las personas de todo el mundo que oren por su país durante estos tiempos inciertos. “La comunidad cristiana en Afganistán es fuerte. Están confiando en Jesús, están caminando con Jesús, a pesar de la enorme posibilidad de ser eliminados por los talibanes”, concluyó.
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