Padre e hijo lloran de alegría por nacimiento milagroso de bebé: "Jesús puede hacerlo"

Padre e hijo llorando de alegría por el nacimiento de bebé

Un padre de familia, que se volvió infértil después de su primer hijo, celebró con lágrimas junto a su primogénito, el nacimiento de su bebé que tanto añoraba. "Solo Jesús puede hacerlo", dijo.

La escena registrada en un video, fue publicado en redes sociales, donde se puede apreciar el momento en que padre e hijo reciben a la pequeña Giovanna en sus brazos, conmovió el corazón de miles de personas y se viralizó en Internet.

El padre, João Prudêncio Neto, compartió el video en su cuenta de Instagram. Las imágenes hablan por si solas. Su emoción es incontrolable. En la leyenda, João cuenta el motivo de su alegría y gratitud.

“Después de tener nuestro primer hijo, David, me volví infértil. Era imposible volver a ser padre. Mi esposa Karolinne estaba sana y también soñaba con tener otro hijo. Hasta que el Señor Jesús me sanó, dándome vida para que pudiera generar otra”, compartió.

"Solo Jesús puede hacerlo"

“El nacimiento de Giovanna no solo es una bendición para nuestra familia, sino también para todos aquellos que sueñan con vivir algún día el milagro que solo Jesús puede hacer. Oramos todos los días por un milagro. Volví a ser padre sin ningún procedimiento artificial. ¡Gloria a Dios! Toda esta emoción es por el milagro realizado; mi esposa está muy bien y feliz”, continuó.

“Esperé pacientemente al Señor; Él se inclinó hacia mí y me escuchó cuando pedí ayuda”, también citó el Salmo 40: 1.

En su Facebook, donde João también compartió el video, declaró en el post “El Dios que promete, es el Dios que cumple. Nunca pensamos que viviríamos un momento tan especial”, escribió.


“Un testimonio más allá de las fronteras, que glorifica solo el nombre del Dios Viviente, Padre de nuestro Señor Jesucristo”, continuó.

“Dios es, Dios lo hace. Porque así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven sin antes regar la tierra, abonarla y hacerla brotar, para dar semilla al sembrador y pan al que come, así será la palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiera y prosperará en lo que le asigné '(Isaías 55: 10-11)”, citó al final.
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