“Si no fuera jugador de fútbol sería pastor evangélico. Yo siempre fui muy religioso”, dijo el jugador del Real Madrid para la revista inglesa “FourFourTwo”.
Kaká también dijo que siempre le ha gustado mostrar su fe durante los juegos a través de las camisas con frases religiosas y señalando con los dedos al cielo cuando anota un gol.
“Es por eso que me pongo la camiseta con las palabras: “Pertenezco a Jesús” durante los juegos y señalo al cielo cada vez que anoto un gol. Es una manera de mostrar a todo el mundo dónde está mi corazón”.
A pesar de su mal momento en el Real Madrid, Kaká sigue siendo reconocido por los tiempos de gloria cuando vestía la camiseta del Milán, equipo que aún acompaña cuando tiene tiempo libre el fin de semana.
Kaká asistía como miembro a la iglesia Renacer, donde llegó a ser ungido como pastor, pero tanto él como su esposa, Caroline Celico, abandonaron la denominación fundada por Estevam y Sonia Hernandes y hoy son miembros de la iglesia evangélica Salem, que se encuentra en Madrid, España.
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