Dos fuertes tornados destruyeron el edificio donde congregaba la Iglesia y la casa pastoral, aun así, entre las ruinas, el pastor realiza los cultos al aire libre, protegidos por carpas.
"Satanás y el mundo pueden jugar lo que quieran con nosotros, incluso si morimos, siempre dejamos todo en las manos de Cristo", dijo Terry Makelin, pastor de la Iglesia Luterana en Pilger, Nebraska al sitio The Blaze.
El domingo siguiente, Makelin se reunió con los miembros y realizaron el culto en el templo en ruinas a una semana después de la tragedia.
Con algunos elementos se pueden encontrar en los escombros y materiales que consiguieron prestado de otras iglesias, el pastor celebró el culto y sirvió la cena. Dijo que necesitaba mostrar que "la iglesia no es un edificio, es el pueblo de Dios".
"La base de la iglesia no es en un piso de concreto con azulejos rayados y alfombra: la base es Cristo. Si bien esto es así, la iglesia permanecerá, y Él nunca falla. Es donde está nuestra esperanza ... Incluso en medio de toda esta destrucción, Cristo sigue actuando", escribió Daniel Bergquist.
El pastor Makelin explica que decidió hacer el culto "al aire libre", a sabiendas de que la gente necesitaba una oportunidad para adorar a Dios y agradecerle por el hecho de estar vivos. El pequeño pueblo rural de Pilger fue parcialmente destruida el 16 de junio, cuando dos tornados seguidos sacudió la región, dejando a decenas sin hogar. Dos personas murieron.
Entre las ruinas de la iglesia, el campanario quedó de pie. Se usó para marcar el inicio de la celebración del domingo, donde el pastor predicó la carta de Pablo a los Romanos, capítulo ocho. "Nuestra roca sigue en pie y nuestra roca es Cristo", fueron las palabras de Makelin en la apertura. AcontecerCristiano.Net
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