Presos alaban a Dios silbando melodías de los himnos al ser prohibidos cantar

Cristianos presos en China alaban a Dios

CHINA.- Cristianos presos por su fe, que fueron prohibidos de cantar alabanzas en un centro penitenciario, comenzaron a adorar a Dios sin palabras, silbando las melodías de himnos cristianos.

Un misionero surcoreano, que estuvo encarcelado en una prisión china junto a varios cristianos, relató cómo se fue formando un coro de silbidos. A medida que las melodías resonaban por el pasillo, otros presos de otras celdas se unían  formando una orquesta de silbidos, según la International Christian Concern (ICC).

El misionero llamado Pedro, se trasladó desde Corea del Sur a China, para apoyar en la evangelización en la zona, Comenzó a estudiar el idioma chino para poder llegar a más personas con el Evangelio. Desafortunadamente, en el año 2009 fue detenido y encarcelado por involucrarse en ayudar a los cristianos que huían de Corea del Norte.

En la prisión china, compartió la celda con otros 35 hombres, la mayoría de ellos miembros de bandas peligrosas, que se imponían a los demás. Para llevarse bien con ellos y evitar cualquier tipo de contiendas, Pedro sonreía y decía “Aleluya”.

El misionero cuenta que estos hombres duros comenzaron hacerles preguntas, como: "¿Está Dios realmente vivo?. Cuando él respondió, un prisionero enfermo le pidió que orara por su dolor de estómago. Cuando terminó de orar, el preso se sanó. Los criminales chinos estaban muy conmocionados, incluso yo estaba muy sorprendido.

Pedro pidió al jefe de la banda, una radio, que le fue entregado. El misionero escuchaba sermones en coreano todos los días, tomaba notas y luego les enseñaba en chino a sus compañeros de celda. Otros presos de otras celdas comenzaron a oír de las enseñanzas bíblicas, y solicitaron el traslado a la celda de Pedro.

Es entonces cuando Pedro comenzó a enseñar a los prisioneros a silbar las melodías de himnos, como el conocido "Amazing Grace" (Sublime Gracia). Cada domingo, la prisión se transformaba en un servicio de adoración, mientras que el personal de la prisión ignoraba lo que sucedía.

Después que Pedro fue liberado, formó una organización para ayudar a los cristianos norcoreanos a llegar a Corea del Sur, encontrarse con familiares y brindarle refugio. AcontecerCristiano.Net
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