Islamistas radicales quemaron a siete cristianos en sus propios hogares de una aldea en el estado de Plateau, durante la cuarentena debido a la pandemia del coronavirus en Nigeria.
Más de 300 hombres armados incendiaron al menos 23 casas en la aldea cristiana de Hukke, cerca de la ciudad de Jos, el 2 de abril. El más joven de los muertos tenía 67 años y el mayor, 90.
Según información proporcionada por la organización Barnabas Fund, los residentes estaban cumpliendo la cuarentena dentro de sus casas por disposición del Gobierno debido a Covid-19, cuando ocurrió el ataque. Las aldeas quedaron vulnerables después de que las pocas fuerzas de seguridad fueron retiradas a fines del mes pasado, cuando las autoridades se enfocaron en combatir el coronavirus.
Un pastor en Hukke describió la respuesta limitada de la policía local. “Mientras duró el ataque, durante más de dos horas, llegó una fuerza de seguridad compuesta por algunos policías. Simplemente se detuvieron a cierta distancia y siguieron disparando al aire y finalmente se fueron”, dijo.
El ataque en Hukke se produjo solo 24 horas después de un ataque de militantes islamistas en la vecina aldea cristiana de Ancha, el 1 de abril. Dos hombres y una mujer murieron en un ataque nocturno que duró tres horas y dejó 17 casas incendiadas.
También el 1 de abril, la aldea de Nkeidoro fue arrasada y dejada "desolada" en un ataque de militantes radicales, que obligó a las familias a abandonar la aldea. El contacto de Barnabas Fund dijo que al menos seis cristianos de Nkeidoro habían sido asesinados durante las semanas anteriores en varios ataques.
Los radicales atacaron a un hombre de 50 años y le dispararon en la pierna antes de matar a sus dos hijos, de 30 y 11 años, y a un pastor local en la aldea de Nsah, el 6 de abril.
El padre de los dos fallecidos describió ese momento: “Estaba saliendo de mi casa esa noche, alrededor de las 7 pm, cuando vi movimiento en la oscuridad. Pregunté: "¿Quiénes son ustedes?" Entonces escuché los disparos. Me di vuelta y corrí y fui alcanzado por una bala y caí. Había unos diez de ellos en el camino que conduce al río. No pude distinguir ninguno de sus rostros, pero escuché una orden dada en el idioma fulani”, dijo el hombre.
El número de muertes cristianas puede subestimarse en Nigeria, ya que no se informan todos los incidentes. “Estamos cansados y no queremos molestar a otros sobre nuestras tragedias. Parece que siempre estamos informando muertes y ataques y la gente está cansada de nuestros informes", dijo un líder cristiano local. AcontecerCristiano.Net
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