Una mujer embarazada en Uganda, proclama el Evangelio con ayuda de un parlante en diferentes lugares como, plazas, calles y avenidas. "No hay excusa para no predicar la palabra de Dios", dijo la evangelista.
La evangelista Gorret Odama, que está casada con Tom Aita Odama, dijo que para ella, evangelizar es un privilegio, un ministerio que no se puede tomar a la ligera, y agregó "no tenemos excusas para no predicar".
Junto con su esposo Tom, lideran diariamente un equipo de evangelistas que predica por las calles, en lugares públicos hacen uso de un micrófono y un altavoz, a veces van de puerta en puerta para difundir las Buenas Nuevas de Jesucristo.
La evangelista cree que las personas están desesperadamente perdidas sin Cristo, especialmente ahora, en medio de una pandemia que ha traído dolor y angustia, en diferentes países del mundo.
“El Evangelio de nuestro Señor Jesucristo debe ser predicado”, dijo la mujer. “Corramos todos con la predicación del Evangelio sin ninguna excusa, independientemente de la edad, situación, educación, nombre, estatus, raza, tribu porque es un eterno llamado a todas las naciones”, agregó.
“Si nunca has nacido de nuevo, esta es tu hora y tu momento, recuerda que nos estamos acercando cada vez más a la partida de la iglesia de Jesucristo. Va a tener lugar antes de lo que piensas”, dijo Gorret.
La predicación abierta en un área pública ha sido un método utilizado a lo largo de la historia del cristianismo con el propósito de evangelizar a las personas que normalmente no entrarían en una iglesia.
Varios pastores en todo el mundo creen que este método histórico de evangelismo puede ser eficaz para compartir el Evangelio con los incrédulos. Dios sigue utilizando la predicación en las calles en todo el mundo para llevar a las personas a la fe en Cristo.
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