El crecimiento de evangélicos en Argentina es cada vez más visible, en un país asfixiada por una crisis económica brutal, con un índice de pobreza que alcanzó el 35,4% de la población.
Con gran capacidad de movilización, a través de espacios en estaciones de radio y televisión, los evangélicos marcan territorio en casi todas las provincias de un país tradicionalmente católico.
"No hay una situación adversa que Dios no pueda transformar", dice el pastor pentecostal Alberto Rey. "¡Todo lo que necesitas está en Él y en nadie más que en Él!", dijo Rey de 52 años.
"Vivimos en otras crisis y Dios nunca nos ha dejado indefensos", dice Aldana Masuco, de 38 años.
El avance evangélico en Argentina tuvo lugar a partir de 2001, cuando el país experimentó la peor crisis económica de su historia.
"Es innegable su influencia y su creciente legitimidad desde entonces", sostiene Marcos Carbonelli, doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
“Las iglesias evangélicas tienen un discurso que se adapta mejor a la crisis. Muchos también son abordados por la red de ayuda social, encuentran trabajo o consuelo en la comunidad ”, explica el analista.
“En los últimos diez años, el crecimiento de evangélicos se ha acelerado; ¡es enorme!” dice el pastor Ruben Proietti, líder de la Alianza Cristiana de las Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA). "En cada vecindario hay más iglesias evangelistas que iglesias católicas", agrega.
Según los miembros de ACIERA, hay más de 5,000 templos en Buenos Aires, y aunque no hay cifras oficiales sobre el número de fieles, se estima que ha aumentado del 8% de la población adulta a casi el 20% en una década. AcontecerCristiano.Net
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