Una niña de 5 años fue sometida a una cirugía de emergencia y estuvo varios días en coma. Las oraciones dieron resultado y fue dada de alta sin consecuencias. "Es un milagro que ella esté aquí", admitió el médico.
En la madrugada, la pareja Chris y Ashlee se despertaron escuchando los gritos de su hija, Zoe, de 5 años, desde la cocina. Había vomitado en la cama y caminaba sin rumbo fijo por la casa. Cuando fueron hacia ella, la niña se desmayó en los brazos de su padre.
“En ese momento supe que algo andaba mal”, dijo Chris al Club 700.
Cuando llevaron a Zoe a la sala de emergencias, le diagnosticaron una hemorragia cerebral del tamaño de una "pelota de golf".
Kenneth Jones, el médico que trató su caso, explicó: "La presión empuja el tejido cerebral a través de la médula espinal, lo que llamamos hernia cerebral, y eso es algo que no se puede arreglar".
Sin saber qué hacer, los padres de Zoe recurrieron a la oración. “Fue entonces cuando tuve una batalla espiritual extrema en la oración y le estaba diciendo al Señor: 'Te necesito y tienes que bajar y tocar a este bebé'”, dijo Ashlee.
Zoe fue trasladada al Texas Children's Hospital en Houston, donde la colocaron en coma inducido médicamente. Antes de que la niña fuera llevada a la UCI, toda su familia se unió en oración.
Los médicos descubrieron que Zoe había desarrollado una masa enrollada de vasos sanguíneos anormales, conocida como malformación arteriovenosa o AVM. Sin embargo, esa masa había reventado.
El sangrado fue controlado, pero la presión seguía siendo muy alta. Con la esperanza de evitar la cirugía, los médicos decidieron esperar unos días para ver si la presión bajaba con el tratamiento. Todo lo que su familia podía hacer era esperar y orar.
A través de una página creada en Facebook se publicaron pedidos de oración por Zoe y cientos de personas se unieron para orar por ella. Hizo toda la diferencia para su familia.
“Debido a que estábamos tan cansadas e inseguras, hubo momentos en los que no sabíamos por qué orar”, dijo Ashlee. “El solo hecho de saber que había tantas otras personas en la brecha me dio una sensación de paz”.
Después de dos días de observación, la presión cerebral de Zoe se disparó y los médicos tuvieron que prepararla para una cirugía de emergencia. Los médicos dijeron que Zoe tenía muchas posibilidades de sobrevivir, pero debido a la ubicación de la malformación arteriovenosa, su capacidad para hablar y razonar podría verse afectada.
“Dije, 'Dios, si ella está en tus manos, sé que vas a decidir qué le sucede a Zoe, y no hay nada que yo pueda hacer al respecto'. Y recuerdo sentirme en paz y las lágrimas simplemente se fueron y lo dejé hacer lo que quería”, dice Chris.
Cuando Zoe fue llevada a cirugía, amigos y familiares se reunieron en la pequeña capilla del hospital para orar y adorar.
Después de 5 horas de cirugía, los médicos dieron la noticia de que habían eliminado con éxito la malformación arteriovenosa.
La familia estaba encantada, pero tuvo que esperar para ver si había algún efecto a largo plazo. Varios días después, los médicos comenzaron a sacar a Zoe del coma.
Con fisioterapia, Zoe comenzó a recuperar fuerzas. Después de seis semanas en el hospital, se fue a casa en perfectas condiciones. “Pensamos que no iba a volver a hablar. Fue increíble de ver. Era Dios otra vez”, dijo el padre.
El medico Jones dijo que el caso de Zoe es inexplicable: "Es un milagro que esté aquí".
Hoy, Zoe sigue siendo una niña feliz, enérgica y cariñosa. Ella y su familia están agradecidos por las oraciones que lograron un milagro. “¡Gracias por orar por mí!”, dice la niña.
Su padre, Chris, agrega: “Dicen que cuando dos o más se unen en oración, Él nos escucha, y eso es absolutamente cierto. No hay duda de que ella es un milagro. Ella está 100% de vuelta e incluso mejor que nunca”.
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